MUJER EMPRENDEDORA Y EXITOSA
- Fanny
- 11 jun
- 6 Min. de lectura
TEXTO ESCRITO Y PUBLICADO EN LA PRIMERA WEB (ya obsoleta)
Un mes cualquiera de 2023
Es posible que hayas llegado hasta aquí pensando que encontrarías el secreto mejor guardado para llegar a la cima y que yo soy una mujer emprendedora y exitosa. Y bueno, emprendedora sí soy ¡vaya si lo soy! De hecho, de todo eso, es lo único que soy, o no…
Quería compartir mis visiones hoy, que tan sólo hace unos días que puse en marcha mi negocio online de venta de productos artesanales, porque creo que al igual que me siento yo ahora, pasamos muchas (y muchos) por este proceso. Y no, tampoco es un escrito con guía de imprescindibles para empezar. En el fondo ni yo misma tengo claro ahora mismo para que servirá o que conclusiones sacar, pero puedes quedarte a leerlo y quizás pongamos luz a todo esto.
Como ya te he mencionado, hace muy poco que lancé mi negocio, puedes encontrarlo en yanmara (ya no), en el momento que escribo estas letras, hace exactamente dos semanas de ese momento. ¡Y menuda montaña rusa de emociones! Pero vayamos un poco atrás.
Desde siempre me ha encantado crear cosas, lo que fuera. Un dibujo, una poesía, una frase en una servilleta… el momento aparecía sólo de la nada para poder expresar mis emociones o sencillamente, porque sí. Y un día, me vine arriba y pensé: “¿y por qué no me dedico profesionalmente a ello? Así que ahí estaba yo, totalmente decidida a convertir mi pasión en mi futuro. Como posiblemente tú que me estás leyendo.
Totalmente sola ante el peligro, empecé a crear productos y preparar stock, ideé una línea especial de complementos de flamenca, aprendí a usar nuevos materiales, información general sobre marketing, e incluso el diseño de una web (algunos nos venimos arriba). Porque claro, muchos no disponemos de un fondo económico que nos ayude en estos momentos, ya sea a optimizar tiempo, comprar materiales, contratar a terceros para que nos ayuden en temas que no controlamos… y además de en muchos casos (el mío por ejemplo), tener que hacerlo en el tiempo “libre” disponible porque hay que mantener un trabajo principal para poder seguir viviendo hasta que el polvo de hadas te empapa y vuelas. Pero estás mentalizada: “Soy una mujer emprendedora y exitosa”.
Todavía no sé como llegó el día y todo estaba listo, dentro de los conocimientos que dispongo (que es un poco de todo, pero especialista en poco) y ahí estaba yo, me acababa de tirar de cabeza al mundo de internet. ¡Y que sea lo que Dios ( Alá, Buda o quien sea que se encargue de estas cosas) quiera! Todo iba “chachi” hasta que llegaron los tiburones…
La plataforma de la web falló dos días después aún habiendo hecho pruebas, aunque no era cosa mía, e hice lo que estuvo en mi mano, primer problema. Es más, a día de hoy el problema no lo resolvieron y hubo que tomar medidas urgentes. Es en estas ocasiones cuando uno se vuelve ingenioso, así que instalé Whatsapp bussiness para poder poner allí mi catálogo mientras solventaban el problema en la web. Un rato en el tren, un momento en el taxi, mientras espero a que se caliente la comida, antes de tender la ropa de la lavadora… cualquier momento es ideal para subir más de 200 productos uno a uno. ¿Quién no está deseando hacerlo? Por cierto, es una herramienta genial y muy fácil de usar, puedes visitar mi CATÁLOGO aunque no estés en mi lista de contactos desde la propia app de Whatssapp sólo con mi número de teléfono, para hacerte una idea de lo que es si lo desconoces o te interesa.
Y tras solventar temporalmente esto y tomando medidas adicionales, llega el momento de coger el toro por los cuernos y empezar con las plataformas elegidas para darme a conocer en las “redes sociales” (léase con voz mental tenebrosa). Abro la pantalla y ahí está, mi perfil de Instagram todo para mi solita y para gritar al mundo que lo que hago mola un montón. A estas alturas los tiburones creo que me observaban con cara de pena, bastante tenía ya. Empiezo a subir mis cositas, pero claro, quién lo ve? Sólo mis seguidores, porque la red social está muy guay y quiere que estés allí, pero ponte a pescar. Porque estas plataformas tienen sus propias reglas, que encima van cambiando con el tiempo, para seleccionar qué contenido es interesante y cuál no, y en ese momento sabes que tienes que ponerte a remar pero sientes que a la orilla no llegas. ¡Calma, no pasa nada, veamos como funciona! ¡Eres una mujer emprendedora y exitosa! ¡Puedes con esto en un abrir y cerrar de ojos!
Pues los ojos se te cierran si, pero de agotamiento. Aparecen palabras como “microinfluencers” “branding” “unpacking” “hashtags” “baneo” y doscientos términos más, de los que algunos conoces algo mínimamente con algo de suerte y otros van haciendo que ladees la cabeza hacia un lado poco a poco, como un perrito con cara de no entender tu regañina cuando se comió los calcetines. Vuelves a tu ser cuando las cervicales te crujen por la postura y es ese preciso instante cuando te das cuenta de dónde te has metido. Ahora eres tú la que busca a los tiburones para que te coman.
Por supuesto, mientras haces esto, es posible que se haya quemado la cena, llegues de limpiar tu zona de trabajo y sean las 23:11 de la noche con la sensación que te ha pasado un camión por encima. Aunque lo divertido de todo es como lo ve la gente de tu alrededor. Porque tú eres una mujer emprendedora y exitosa; en su imagen estás en una preciosa piscina mientras te llueve el dinero y los pedidos, pagas a varios empleados para que hagan el trabajo de tu nuevo negocio y alguien que se encargue de la limpieza de casa y de los niños. ¡Ah! Y perfectamente arreglada, el moño no encaja en estas mujeres.
Dejame decirte algo: tengo momentos en los que pienso que voy a comerme el mundo, otros en los que tengo dudas de que lo que hago guste a la gente y tenga resultados, hay algunos en los que me meto en redes sociales y sencillamente me dejo llevar y otros en los que pienso qué coño estás haciendo?, hay ratos de pensar en mil cosas, incluso de cansarte de ser una mujer emprendedora y exitosa. Pero sigue, yo no sé si alcanzaré lo que la gente piensa que es el éxito, pero sí seguiré adelante para conseguir el mío personal, aunque al final el proyecto cierre. Porque, ¿qué es el éxito?
Claro que quiero ganar dinero y vivir de esto, pero para mi, ser una mujer emprendedora y exitosa es muchas cosas más: es lanzarte a la piscina aunque a tu alrededor te digan “bueno, ten presente que igual no llegas a nada” (aunque lo digan con toda la buena intención); es poder decirte a ti misma, lo intenté con todas mis fuerzas, di todo de mi; y no quedarte dentro ese “ ¿y si…?” del que tanto es posible arrepentirse en el futuro. Eso es éxito, creer en ti.
Puede que no tenga el mejor diseño web (aunque para cuando leas esto, ya puse solución y encontré ayuda para solventarlo y sé que va a quedar maravillosa, os dejo el contacto al final de la diseñadora porque es encantadora, también está empezando y aquí estamos para apoyarnos), puede que no tenga ni idea de manejarme en redes sociales, es muy posible que cometa mil errores más en el proceso de crecimiento personal dentro de este negocio, porque nadie nace enseñado y muchas cosas son por prueba/error; el camino se hace andando. Sigo aprendiendo incluso nuevas técnicas y procedimientos de creación para mejorar lo que hago; y muchas cosas más que seguro se me escapan. Y aquí estoy, ¡hasta escribiendo para mi blog!
Así que en conclusión, una mujer emprendedora y exitosa, no tiene porqué encajar en los estándares ya marcados, o sí, si quieres. Haz lo que te de la jodida gana y te haga feliz, del modo en el que tus circunstancias te lo permitan, aprende cada día, a pasitos cortos o a pasitos grandes; crece tú y disfruta del camino. Con sus flores y sus piedras. Con sus días buenos y no tan buenos. Que tus alas sean más grandes que tus miedos. SI PUEDES SOÑARLO, PUEDES HACERLO ¡Vamos valiente!
¡Ah! Y una última cosa: no me arrepiento el modo en el que he decidido emprender, no me preocupa lo que piensen si algo falla o no es perfecto bajo sus ojos, y no voy a borrar las cosas cómo las he hecho hasta ahora, mejor o peor, evolución sí; pero no quiero perder de vista en el futuro cómo empecé. Así que si quieres ver el avance de un perfil de instagram desde el conocimiento cero, puedes pasarte por los míos. No son un ejemplo de nada, pero igual sirven para entender que una mujer emprendedora y exitosa, no siempre dispone de todas las herramientas para empezar su negocio del modo en el que le encantaría y eso no significa que no se pueda conseguir (o eso espero).
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